Los MacBook Pro Retina se caracterizan por ofrecer un nivel de detalle de alta calidad debido a la densidad de píxeles que tienen en sus pantallas. Si cuentas con uno de estos dispositivos, sabrás que la experiencia de visualizar contenidos en tu ordenador Apple es increíble, ¿verdad?
Sin embargo, son varios los motivos por los que puede empezar a fallar la pantalla de tu MacBook Pro. Cuando esto pasa, puedes intentar tú mismo realizar algunas acciones para ver si se soluciona. Reiniciar el equipo, desconectar cualquier dispositivo externo que tuvieras enchufado al ordenador y cerrar el programa con el que te ha ocurrido el fallo en la pantalla.
Si haciendo estas pequeñas pruebas no consigues que se solucione o simplemente has descubierto que la pantalla de tu ordenador está rota o golpeada, es el momento de contactar con un servicio técnico especializado en Apple que se encargue de tu dispositivo.
Los fallos en la pantalla Retina de un MacBook Pro pueden surgir de diferentes formas. En ocasiones, el usuario empieza a notar que la imagen nítida y colorida a la que está habituado ya no tiene esa intensidad propia de este ordenador de Apple. Estos dispositivos son la gama más potente de los portátiles de la marca y el usuario no debe conformarse con esta pérdida de visibilidad. Si empieza a fallar, hay que buscar una solución.
La pantalla puede haberse roto pero también presentar otros problemas como haber perdido el brillo que ofrecía hasta el momento o que aparezcan unas líneas verticales cuando el usuario enciende el portátil. Otro de los síntomas para saber que la pantalla del MacBook Pro está dañada es que aparezcan unas manchas o que haya zonas de la pantalla en las que se vea con menor calidad. También puede aparecer la pantalla en blanco o incluso, directamente, que el dispositivo te avise de un funcionamiento incorrecto del equipo.
Hay que diferenciar las distintas partes que componen la pantalla de un MacBook Pro, ya que en ocasiones solo hará falta cambiar una de ella y en otras será necesario sustituir la totalidad de la pantalla por otra.
Aunque a simple vista la pantalla de un MacBook nos pueda parecer una sola, realmente está formada por diferentes elementos. Por eso, hay que diferenciar entre la reparación del cristal, la carcasa y la pantalla LCD ya que se pueden cambiar por separado, pero para determinar cuál es el problema que origina el error de la pantalla, un profesional debe analizar previamente el dispositivo.
Si a simple vista no se aprecia ningún golpe ni el usuario recuerda haber hecho un mal uso del portátil, hay que descartar que el problema no proceda de la tarjeta gráfica. Esto se puede saber conectando un monitor externo; si no se ve la imagen o se ve con errores, entonces no será necesario reparar la pantalla ya que el problema vendrá de la tarjeta gráfica.
Si no es por la tarjeta, el primer paso para cambiar la pantalla de un MacBook Pro Retina es determinar el tipo de reparación que hay que hacer: reparación de piezas o cambio por una nueva. Como hemos visto, esa sustitución puede ser de uno de los elementos que componen la pantalla o de toda ésta. En el caso de los portátiles de Apple, si la carcasa tiene algún tipo de deformación debido a un golpe, no se puede sustituir el LCD.
Esto se debe a que la carcasa cuenta con unas dimensiones muy concretas y, si se deforman a causa de un impacto, el cristal o el LCD no encajan correctamente. Por lo tanto, si la carcasa está dañada por una alteración, la solución es un cambio completo de la pantalla.
Cuando la carcasa no presenta deformación, hay que ver si está averiado el LCD para proceder a su sustitución, ya que así no será necesario cambiar la pantalla completa y reducir por lo tanto el coste de la reparación. Para ello, hay que despegar de la carcasa la pantalla LCD, normalmente aplicándole calor, y se limpia por si hay algún residuo adherido.
Después, se reemplaza por el nuevo LCD y se pega a la carcasa. Aunque pueda parecer un proceso sencillo, es un trabajo meticuloso en el que se requiere que sea realizado por profesionales. Para garantizar buenos resultados, se recomienda además que el técnico que se encargue de este tipo de reparación esté especializado en la marca Apple.
El coste de una reparación Apple u otra varía totalmente. Por ejemplo, lo más económico suele ser la sustitución del cristal, seguido del display LCD que, aunque sea algo más caro, el presupuesto suele ser bastante similar. En el caso de que haya que cambiar la pantalla completa, el coste de la reparación es el doble que en los anteriores casos, ya que estamos hablando de que el dispositivo va a tener todos los elementos que componen la pantalla como nuevos.
El precio final del cambio de pantalla de un portátil de Apple también depende del tamaño. Cuantas más pulgadas tenga el MacBook, más caro saldrá el coste total de la reparación. En el caso del MacBook Pro Retina, podemos encontrarlos en dos dimensiones diferente de pantalla: de 13” y de 15”.
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Nuestros portes están incluidos en el precio final, por lo que puedes hacernos llegar tu dispositivo desde cualquier punto del país. Si quieres más información sobre cómo trabajamos o el coste que tendría tu reparación Apple, contáctanos sin compromiso.
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